La pesca del jigging es una técnica de pesca que se lleva a cabo en el mar y que consiste en utilizar una caña de pescar y un señuelo, llamado "jig", que se balancea hacia abajo a través del agua de forma jerárquica para atraer a los peces. El jig puede tener diferentes formas y tamaños, y puede estar hecho de diferentes materiales como el plomo, el tungsteno o el hierro. La pesca del jigging se suele realizar desde una embarcación, aunque también es posible hacerlo desde la orilla o desde un muelle.
La pesca del jigging es muy popular en el mar debido a su efectividad para atrapar una gran variedad de peces, como el atún, el bonito, el lenguado y el bacalao. Se suele utilizar en aguas profundas, pero también puede ser efectiva en aguas más poco profundas, como en los arrecifes o en el fondo del mar. Es una técnica que requiere cierta habilidad y práctica para dominarla, pero una vez que se tiene el control, puede ser muy gratificante y divertida.